Difícil poder escribir objetivamente en un país que refleja una escena con tantas incongruencias, pero bueno haremos lo posible por ser lo más positivos posibles.
No cabe duda que fue un año donde la juventud enseño su predilección por los nuevos sonidos del pop influenciados por la música electrónica. Haber visto como se abarrotaron la mayoría de fiestas con Aoki, Shulz y compañía da un destello del potencial latente que existe.
Por otro lado tristemente no queda más que decir que el underground está prácticamente muerto. Se notó durante todo el año, si bien es cierto quedaron fiestas para el recuerdo, no se sintió un apoyo concreto ni tampoco constante. Esto fue más claro que nunca al ver como nuevos lugares abrieron sus puertas al género. A resaltar principalmente metro que realmente dejó la plataforma única para poder disfrutar de la mejor manera el sonido underground. Fiestas si que no faltaron, de todos colores y sabores, deep house, techno, bass house, drum & bass y varios géneros más habían casi semanalmente, pero de nuevo a pesar del esfuerzo de los promotores la asistencia fue muy variable. Esto mismo se notó en el resto de lugares que apoyaron el género como N.O.A., Technicolor y hasta The Box por momentos. Algo bueno que se pudo palpar fue que hay más propuesta, pero a veces vacíos totales en noches excepcionales de metro nos dieron un destello de la falta de apoyo real que hay a la escena y los Dj´s nacionales. No se termina de dar un apoyo auténtico y no solo aquel que dependa con quien se toca, para que marca o en qué lugar......
Algo bueno que cabe resaltar en el año fue la apertura de lugares públicos para promover el género. Por primera vez vimos eventos que integraban a toda la sociedad con la música electrónica en la sexta, el palacio de correos y recientemente La Concha Acústica. Esperemos este apoyo crezca y propague la espina de la duda en la gente que lo escuche.
El año en Guatemala tuvo algunos nombres, pero a resaltar no muchos nuevos. Dentro del país, JR Gonzo, Alex Hentze, Edu Pretz y Rod V quizá los más sonados y respetados, nuevas caras como las de Luis Mollinedo hicieron su aparición y clásicos como Pako Rodriguez mantuvieron su rotación en fiestas variadas en gran parte junto a los reyes del mainstream nacional Francis Dávila, Ale Q y Carl Nuñez que cada vez rosa más un nivel internacional. Afuera de Guatemala la historia fue otra, por primera vez tenemos Dj`s de circuito mundial que han logrado posicionarse en géneros como el Deep House y el Bass House, claros ejemplos de esto Sishi Rosch, Diego Moreno, Alberto Santizzo y Jorge Cerna quien poco a poco sin mucho afán de reconocimiento fue sacando la cara con varios releases. Adicional a los esfuerzos de CUBEREC como disquera principal del país, Disco Rebels salió a la luz y nos enseño que con un par de huevos se logra todo, los chavos apostaron por una propuesta distinta que ha dado grandes frutos al posicionar 2 tracks en el Top 100 del género Indie Dance de Beatport.
Por último cerramos con la nota de saber que una escuela de Dj´s fue abierta y a su vez comienza a formar a nuevos talentos que poco a poco comienzan a integrarse al circuito y buscar cabida en la irónica y a veces contradictoria escena nacional.
Esperemos esta nueva generación que hoy comienza a disfrutar de la fiesta, se integre dentro de poco al movimiento y así se pueda formar una auténtica cultura y escena que trascienda de aquí a 50 años más cuando los que estén bailando sean nuestros nietos.
Para mientras no queda más que seguir aportando lo que se pueda.
Feliz año!
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