Es un hecho, la música
psicodélica se ha modificado y ha cambiado sustancialmente. No estamos hablando específicamente de
Psichedelic Trance, hablamos más del espíritu de la psicodelia, remontarnos
realmente a la escencia del género a comienzos de los 60´s. Esos sonidos un poco crudos y a la vez tan
dulces con toques de acidez auditiva en sus notas y melodías.
Pareciera que el género
murió. Muchos dirían que eso es el
Psichedelic Trance de ahora con Goa Gil y todo el clan de pseudo rockeros que
hoy conforman esta escena que poco a poco ha decaído al comienzo de la nueva
década. Pero personalmente difiero con
esto totalmente. Sin duda el Trance en
general es un género un tanto contemplativo y que bajo los efectos relacionados
de las drogas psicotrópicas o psicodélicas parezca ser lo mismo, creo que no lo
es.
La nueva psicodelia es profunda y
trae consigo una gama de colores mucho más grande de la planteada en los años
anteriores. Se comenzó a formar con
distintas capas en los últimos años y sin duda la música electrónica fue su
hogar, así como ha sido el metal que ahora duerme en los laureles del dubstep y
algunos temas de Drum & Bass. La
nueva psicodelia la forma este nuevo tipo de música que realmente no tiene una
definición pura o real, ni con ritmo, ni con sonidos, ni con estructuras y no
estamos hablando de IDM. Este género
trata de fusionar lo orgánico con lo tecnológico para formar algo nuevo que a
través de un proceso de súper síntesis forma capas auditivas que crean
sensaciones distintas a las normales en un ser humano y a las que comúnmente
transmite la música en general.
Es por eso que en esta nueva
revolución hay un padre, no sabemos si alguien lo nómino anteriormente, pero en
caso dado no se haya dado lo hacemos hoy.
James Holden es el padre de la nueva psicodelia que forman la mayoría de
sus artistas del sello Border Community y algunos otros como Apparat, Applescal,
en ocasiones Max Cooper y en su lado un tanto más soft y con formato para la
pista Henry Saiz quien sin duda combina lo mejor de ambos mundos. En sus extremos más mentales se rozan artistas como Flying Lotus y en sus matices más delicados a sets del colectivo de Visionquest.
Les dejamos algunas referencias
para que se empapen un poco. Esperamos
que pronto en Guatemala se forme una nueva legión de la nueva psicodelia y
poder disfrutar cada vez más de este género en nuestro país.
+ info:
No hay comentarios:
Publicar un comentario